Convertirse en manager es un salto de responsabilidad que a menudo viene sin manual de instrucciones. Muchos managers novatos repiten errores que he visto una y otra vez a lo largo de mis años en mandos intermedios. Algunos son sutiles al principio, pero sus efectos se notan rápido en el equipo.
En este artículo repasamos los 10 errores más habituales que cometen los managers cuando asumen su primer equipo, y cómo evitarlos desde el primer día.
1. Querer agradar a todo el mundo
El nuevo manager suele tener miedo a generar rechazo: quiere ser aceptado por el equipo, por sus jefes y por otros departamentos. El resultado suele ser intentar contentar a todos constantemente, evitando conflictos y comprometiendo decisiones importantes.
Por qué es un error:
Cuando intentas agradar a todos, acabas perdiendo el respeto de todos. El equipo necesita un líder, no un amigo.
Cómo evitarlo:
Céntrate en ser justo, coherente y transparente. El respeto profesional pesa más que la simpatía puntual.
2. Evitar las conversaciones difíciles
El manager novato suele postergar las conversaciones incómodas: dar feedback negativo, abordar bajo rendimiento o gestionar conflictos entre miembros del equipo.
Por qué es un error:
Los problemas crecen si no se abordan a tiempo. El equipo percibe la falta de decisión.
Cómo evitarlo:
Asume desde el primer día que afrontar conflictos forma parte natural de tu rol. Cuanto antes se actúe, más fácil es corregir.
3. Microgestionar
Intentar controlar cada detalle del trabajo de todos genera dos efectos nocivos: sobrecarga al manager y bloquea la autonomía del equipo.
Por qué es un error:
Desgasta la relación y transmite desconfianza.
Cómo evitarlo:
Define bien los objetivos y deja margen sobre el "cómo" se alcanzan. Interviene cuando realmente aporte valor.
4. No clarificar expectativas
El equipo necesita saber qué espera de ellos el nuevo manager: cuáles son las prioridades, los estándares de calidad, los plazos razonables, etc.
Por qué es un error:
Cuando las expectativas son ambiguas, el equipo se desorienta.
Cómo evitarlo:
Dedica tiempo a explicitar lo que consideras importante. No des por hecho que "ya lo saben".
5. Cambiar procesos demasiado rápido
Llegar con muchas ideas nuevas puede ser positivo, pero cambiar estructuras antes de entenderlas suele generar resistencia.
Por qué es un error:
El equipo percibe que no valoras el trabajo previo ni entiendes la realidad operativa.
Cómo evitarlo:
Observa, pregunta y entiende antes de proponer cambios. La credibilidad se gana primero en el terreno.
6. Querer demostrar todo el tiempo que mereces el puesto
El síndrome de "demostrar constantemente" lleva al manager a hiperactividad, visibilidad forzada y a competir con su propio equipo.
Por qué es un error:
El exceso de protagonismo debilita al equipo y genera desconfianza.
Cómo evitarlo:
Deja que los resultados hablen por ti. El crecimiento del equipo es el mejor reflejo de tu liderazgo.
7. No pedir ayuda ni buscar mentores
Muchos managers novatos creen que pedir ayuda es señal de debilidad.
Por qué es un error:
El aislamiento lleva a cometer errores evitables y a decisiones inseguras.
Cómo evitarlo:
Busca activamente referentes, colegas de confianza o mentores. Aprender de otros managers experimentados te ahorrará muchos problemas.
8. Descuidar la comunicación hacia arriba
Enfocarse solo en el equipo es positivo, pero olvidar mantener alineados a los superiores es un fallo de gestión política.
Por qué es un error:
Desconectar de la dirección genera malentendidos, desalineación de objetivos y falta de apoyo.
Cómo evitarlo:
Mantén informada a la dirección, comparte avances, problemas y necesidades de forma proactiva.
9. No proteger al equipo de las presiones externas
El manager debe ser filtro y amortiguador de los cambios, presiones y urgencias que vienen de fuera.
Por qué es un error:
Cuando todo lo externo llega directo al equipo, la carga de trabajo y el estrés aumentan de forma incontrolada.
Cómo evitarlo:
Filtra, prioriza y protege el foco del equipo. Es tu responsabilidad crear el espacio de trabajo para que puedan rendir.
10. Confundir el seguimiento con el liderazgo
Aquí me permito compartir una experiencia personal muy habitual:
He visto a muchos managers pensar que su único trabajo consiste en pedir actualizaciones: "¿Para cuándo estará? ¿En qué punto estamos? ¿Lo tendremos para el lunes?".
Creen que si preguntan constantemente por los plazos ya están liderando. Pero el verdadero liderazgo no es solo vigilar los tiempos, sino ayudar al equipo a resolver los problemas que impiden cumplirlos.
Las soluciones, casi nunca son tan simples como se ven desde fuera. A veces hace falta meterse en los detalles, facilitar recursos, desbloquear dependencias o renegociar prioridades.
Preguntar el estado no mueve el proyecto. Ayudar a resolver los obstáculos sí.
Por qué es un error:
Convertirse en mero "controlador de plazos" debilita el rol del manager como facilitador de soluciones.
Cómo evitarlo:
Aporta valor acompañando al equipo en la búsqueda de soluciones, no solo controlando fechas.
Conclusión
Muchos de estos errores son casi inevitables cuando uno empieza. Lo importante no es evitarlos todos desde el principio, sino reconocerlos a tiempo, aprender rápido y ajustar el rumbo. El buen manager no es el que nunca falla, sino el que corrige pronto y sigue creciendo.
En Manager Fuel seguiremos analizando estos retos reales de los mandos intermedios, con un enfoque práctico y basado en la experiencia directa. Porque liderar personas es siempre más complejo que cualquier manual, y más apasionante también.
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